El ser humano como animal político siempre estará en procura de ejercer el poder. en una democracia como la nuestra siempre contaremos con alguien que la ejerza, bien sea de nuestros afectos o por el contrario de nuestros disgustos.
El ejercio del poder es un privilegio que en el contexto político pocos lo ejercen. Pero al llegar a ser un privilegio se convierte en una alta responsabilidad. Tan fundamental es que se puede llegar a la conclusión que para ejercerlo es importante una adecuada preparación sicologica, es que no cualquiera puede llegar a resistirse a creerse el magnanime en los asuntos del estado.
El que manda, manda, aunque mande mal no puede convertirse en un paliativo insulso para soportar las malas administraciones en la cosa pública o para convertirse en el único apoderado de la verdad cuando a temas que enfrenta una ciudad, un departamento o un país debe afrontar en procura del bienestar general, que es en esencia el fin mismo de la política.
No hay comentarios:
Publicar un comentario